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domingo, 21 de junio de 2015

Rubor en las mesillas



Al despertar
Encontré tu cuerpo desnudo junto a mí
Y me embargó la lujuria
Mi cuerpo se tensó
Por todas mis venas corrían quintales
De sangre desenfrenada
Urgencia por poseerte
Tanta urgencia
Que vi
Rubor en las mesillas
Esas mesillas que
Cual almenas de un castillo medieval
Velan nuestro sueño
De despertadores
Lamparitas
Y libros de antes de dormir

Contuve mis ganas frenéticas
De atravesarte
Ensartarte
Mancillarte
Morderte
Chuparte
Sorberte
Llenarte
Pringarte toda  de semen
Y
Suavemente
Te besé donde acaban los labios
Recorrí lentamente tu mejilla
Te mordisqueé la oreja
Y susurré junto a tú oído unos buenos días húmedos

Desperezándote te volviste hacia mí
Y con la fuerza de la pasión
Te apoderaste de mi cuerpo
Y lo forzaste
Mancillaste y exprimiste
Me hiciste jadear
Chillar y morir
Te apoderaste
De todo el mar de fertilidad
Que me desbordaba
Y cuando acabamos
Exhaustos
Y jadeantes
Me abrazaste
Susurrando un buenos días
Que presagiaba
Algo más que una simple fórmula de cortesía

miércoles, 10 de junio de 2015

Je suis le coup de sifflet Charlie Hebdo



La paradoja de Fermi establece que:  La creencia común de que el Universo posee numerosas civilizaciones avanzadas tecnológicamente, combinada con nuestras observaciones que sugieren todo lo contrario es paradójica sugiriendo que nuestro conocimiento o nuestras observaciones son defectuosas o incompletas”.  Así pues, como si de la paradoja de Fermi se tratara, también existe la creencia común de que somos democráticos y aceptamos la libertad de expresión, ya que, somos una civilización avanzada, pese a que nuestras observaciones demuestran que cuando se producen manifestaciones contrarias a nuestros principios nos enervamos y pedimos respeto y amparo legal, lo que nos sugiere que nuestra democracia es defectuosa o incompleta.

Sucedió en el Camp Nou durante la final de la Copa del Rey que los aficionados del Barça y del Athletic recibieron con una sonora pitada el himno de España y a partir de ahí se ha vuelto a desatar la cólera, parece que esta vez con mayor virulencia, de los defensores de la patria.  Alegan que hay símbolos que merecen un respeto y que si están los seguidores de ambos equipos, en contra del himno y del rey pues que no jueguen  el torneo.  También piden castigos ejemplares como puede ser la suspensión de ambos equipos para disputar la competición.  Así, anduvo reunida una comisión que vela por que no haya violencia en el deporte para ver de qué manera se puede aplicar algún tipo de sanción.  Eso y para arrearse un buen ágape a cuenta de no se sabe muy bien quién, aunque sospecho que es a cuenta de tu bolsillo y el mío.  En cualquier caso, por más que se han devanado los sesos, parece que no encuentran a qué agarrarse para endiñar un castigo ejemplar.

Y digo yo, por buscar una analogía con el asunto, aquellos que se rasgaban las vestiduras ante el atentado sufrido por la revista Charlie Hebdo (entre los que me cuento) y aquellos miembros de nuestro gobierno que se manifestaron paralelamente al pueblo pidiendo libertad de expresión ¿cómo tienen el valor ahora de pedir castigo a quienes son irreverentes con la simbología de nuestro país?  A vosotros gobernantes y personas indignadas con estos pitidos os digo que la libertad de expresión no está pensada para que, como dijo el señor Lobo en Pulp Fiction, nos comamos las pollas, sino que existe, precisamente, para que se pueda expresar aquello que incomoda.  Por eso los dibujantes de Charlie Hebdo pueden mostrarse irrespetuosos con Mahoma o con quien les plazca y se tiene que poder silbar el himno de un país sin que a nadie le salga urticaria.

Para acabar les pediría a estos personajes que no toleran que se mancillen los símbolos nacionales, que se dejen de banderas e himnos y se dediquen a velar por la vida de los ciudadanos españoles (como mínimo) y permitan que se pueda juzgar a los presuntos asesinos de José Couso, ya que con el cambio legislativo de los patriotas del gobierno han conseguido que se pueda asesinar impunemente a un ciudadano de nuestro país, sin tan siquiera pasar por el trago de salir en las fotos entrando en un juzgado esposado.  Eso sería una muestra de patriotismo y no castigar a quien silbe cuando suena una música u otra.