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sábado, 31 de diciembre de 2016

RÉQUIEM POR UN MAESTRO DE ESCUELA



Después de pasar ocho años en la escuela sufriendo las humillaciones, el autoritarismo, el desprecio, la violencia física y psicológica que solo puedo describir como torturas públicas, por parte de psicópatas ejerciendo la profesión de maestro apareciste tú.  Aquello fue como una explosión de libertad que hubo que aprender a gestionar.  Pasamos de “nada de lo que digas importa salvo para propinarte una paliza” al “todo lo que dices tiene valor porque eres una persona y como tal debes desarrollar tus capacidades”.  Esa fue la actitud que percibí en tu trabajo.

Cualquiera podría pensar que, visto el panorama que te antecedía, era tarea fácil parecer, siquiera, algo mejor que la pandilla de fascistas descerebrados que ejecutaban su trabajo con saña y deleite; pero también te quedó la ardua tarea, al menos en mi caso, de gestionar esa maraña de emociones, inseguridades y agresividad creada por todo ese tétrico pasado.

Desde el primer momento pusiste orden en mi cabeza.  Me ayudaste a fomentar el espíritu crítico que estaba allí esperando a que tú lo regaras y abonaras para que pudiera empezar a florecer.  Supiste explicarme que el hecho de ser pequeño o mayor no era un estatus diferente al de ser persona.  Conseguiste que fuera a la escuela con alegría.  Lograste despertarme el afán de aprender y aunque llegaste tarde para apartarme del fracaso escolar (me adapté a ti, pero no al sistema educativo) sí hiciste de mi un buen alumno y mejor persona en los tres cursos que pasamos juntos, logrando incluso algún sobresaliente en mi expediente académico, cosa que no volvería a repetirse.

Después de la escuela continuamos manteniendo una relación entrañable y, si me lo permites, en cierto modo cómplice, con la complicidad de quienes han vivido algo grande, algo que va más allá de lo meramente académico, porque lejos de transmitir conocimientos, transmitías valores.

Hoy te has ido, así, como se va el año.  Te has ido apagando con los días del calendario.  Me has dejado cuando aún albergaba la esperanza de quererte inmortal.  Andrés Sánchez Otín aunque tú cuerpo haya muerto continuarás toda mi vida a mi lado, en mi pensamiento, en mis recuerdos y en mis procesos mentales que ayudaste a restaurar.

Amigo mío, maestro, que la tierra te sea leve.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Com funcionen les xarxes socials?



M’arriba via Whatsapp un retall de diari agon un tal Gonzalo Sánchez explica que ahir li va caure una tassa de vidre a terra i que se li va trencar.  Est bon home afegia que ho contava al diari en qüestió perquè com que resulta que hi ha tanta gent explicant-ho tot a Twitter i a d’altres xarxes socials, pos també trobava que podia interessar als lectors del diari.  I afegia que, finalment, ha tingut que recollir la trencadissa.

Fatal.  Se nota que est senyor no fa un us responsable de les xarxes socials.  Ningú no explica així les coses a internet a no se que estigui ineludiblement trastornat.  Si el Gonzalo Sánchez s’hagués documentat mínimament sobre lo funcionament de les xarxes sabria que una entrada d’esta mena és pràcticament impossible de trobar i com que no vull que est home tingui que carregar en lo pes d’haver fet lo ridícul més espantós vaig a llençar varies propostes de com se conte la quotidianitat, realment, a internet en general:

-          Proposta 1: Avui m’he eixecat, com cada maití entre setmana, aviat.  He anat a la cuina i, com que estava mig adormit, a l’agafar una tassa se m’ha esllisat i ha caigut a terra trencant-se.  Quan m’he fixat en l’aspecte dels vidres trencats he vist, meravellat, que los vidres trencats formaven la figura de la Verge Maria.  Ara cada dia passo per la cuina descalç i me tallo com a penitència en favor de la Verge i commemorar lo miracle que m’ha regalat.

-          Proposta 2: Avui m’he eixecat, com cada maití entre setmana, aviat.  He anat a la cuina i, com que estava mig adormit, a l’agafar una tassa se m’ha esllisat i ha caigut a terra trencant-se.  Digues amen si vols acabar en lo maltractament a les tasses.  Compartir per a que la tassa s’apanye.  Si no fas rés la maledicció de les tasses trencades recaurà sobre tu i la teua família.

-          Proposta 3: Avui m’he eixecat, com cada maití entre setmana, aviat.  He anat a la cuina i, com que estava mig adormit, a l’agafar una tassa se m’ha esllisat i ha caigut a terra trencant-se.  Porto tot lo dia buscant a Youtube algun vídeo que expliqui com he de fer per a recollir la trencadissa i no hi ha manera.  I mira que he buscat a enllaços de tota Sudamèrica i ni així.  Algú me podria indicar que és lo que puc fer?  És bastant urgent, ja m’he tallat dues vegades en lo que va de tarda.

-          Proposta 4: Avui m’he eixecat, com cada maití entre setmana, aviat.  He anat a la cuina i, com que estava mig adormit, a l’agafar una tassa se m’ha esllisat i ha caigut a terra trencant-se.  En los vidres que hi havia a terra he “tunejat” una lampara de menjador, un vestit de núvia i a més m’he fet unes arracades la mar de mones.  En quant pugui penjo fotos de tot lo procés.

-          Proposta 5: Avui m’he eixecat, com cada maití entre setmana, aviat.  He anat a la cuina i, com que estava mig adormit, a l’agafar una tassa se m’ha esllisat i ha caigut a terra trencant-se.  I dic jo que la culpa de tot això la té lo sistema capitalista que m’obliga a maitinar i treballar a una feina embrutidora que ens deshumanitza.  I si la tassa s’ha trencat és per culpa de l’obsolescència programada i pels votants del PP.

Jo ho deixo astí, però segur que ha vosaltres se us acuden moltíssimes mes opcions d’entrada creïble a qualsevol xarxa social.  Us animo a participar i ficar la vostra història dintre d’eix post.  Entre los que participeu sortejaré un comentari.

lunes, 28 de noviembre de 2016

El cerdito valiente



Anda la cosa de los noticiosos anunciando el último apocalipsis que se nos viene encima, y a consecuencia de ello andan las personas pensionistas inquietas.  Resulta que están matracando con que la hucha de las pensiones está prácticamente vacía y en un año habrá más telarañas dentro que en el sarcófago de Ramses II.  ¡Hay que joderse!  Como si esto de las pensiones se pudiera reducir a un horondo cerdito de cerámica con una raja en la chepa.  Pero empecemos por el principio:

¿Cómo se concibe el sistema de pensiones en nuestro país?  Pues fundamentalmente basándose en algo tan viejo como el timo de la pirámide, es decir, para que unas pocas personas cobren tienen que haber otras que aporten dinero mediante las llamadas cotizaciones sociales.  Este sistema se creó en un país subdesarrollado con una baja esperanza de vida y una incorporación al mercado laboral a muy temprana edad.  Un país con una realidad laboral y social muy distinta de la que tenemos ahora.  Un sistema de pensiones que, si bien ha funcionado durante un tiempo, no dejaba de ser un tanto extraño y malsonante en su concepción.  ¿Dónde se ha visto que un colectivo tenga que autofinanciarse y encima a eso se le llame solidaridad?  A ver si me explico un poco mejor con esto:

¿Alguien se imagina que para que nos pudieran hacer un trasplante de riñón dependiéramos de lo que aportaran aquellos individuos con una predisposición genética a padecer una enfermedad renal?  ¿O que el gasto de mantenimiento de las carreteras, policía de tráfico, traslado y atención sanitaria derivada de un accidente de circulación se sufragara, exclusivamente, con las aportaciones de aquellos que conducen un vehículo a motor?  Seguro que en poco tiempo la hucha de cerdito estaría en los huesos.

Esa es la raíz del problema; la caja única.  El que todo lo que se derive de las pensiones contributivas esté supeditado a que haya mucha gente trabajando y poca gente cobrando poco tiempo.  Y esto no se soluciona incorporando más trabajadores al mercado laboral, esto pasa por cambiar el sistema de pensiones hacia un sistema realmente solidario en el que el dinero salga de los impuestos, además de las cotizaciones sociales.  Es tan simple como priorizar aquello que es realmente importante: la sanidad, la educación, las pensiones y todo lo que tenga que ver con nuestro bienestar real y diario y no con milongas macroeconómicas.

Claro que hay que andar con ojo ya que como lo de la pirámide ha funcionado tantos años, ahora nos quieren endosar el timo del tocomocho que dice que para cobrar una buena pensión te tienes que pagar un plan de pensiones privado.  Esto ya es para desorinarse de la risa.  ¿Por qué?  Fácil:

¿Cuánto dinero, con gran esfuerzo eres capaz de aportar a un bonito plan de pensiones de esos que te envuelven en papel de regalo los bancos?  Imagina que te aprietas bien aprieto el cinto y decides hacer una aportación de cien euros al mes (ya sé que es un poco locura, pero ponte en situación) durante, pongamos, treinta años (esto ya es locura al cuadrado).  Supongamos que a los sesenta y cinco te jubilas y vas a rescatarlo.  ¡Jo qué bien!, tienes treinta y seis mil pavos.  Prepárate para vivir como un marqués.  No, espera.  Que resulta que si te decides a cobrar seiscientos euros al mes, de ese plan de pensiones, en cinco años te lo has pulido enterito.  O sea que tu vida loca acabará a los setenta años, después de toda una vida de pasar estrecheces resultará que a los setenta te quedará la misma mierda que si no hubieras hecho este plan de pensiones.  Además, durante los años que has estado aportando los cien eurazos tenías una bonificación de hacienda y beneficios fiscales sobre ese dinerete, pero, ¡oh sorpresa!, al rescatar las perras hacienda va a querer que le pagues eso que creías que te habías ahorrado.  Esto es genial, la banca gana y se ríe. Y los expertos erre que erre con nos hagamos un plan de pensiones privado.  Pero esta gente ¿para quién trabaja?  Y más importante aún, ¿por qué nos toman por estúpidos?

Vamos, que no me vuelvan a hablar de lo vacía que está la susodicha hucha.