Al
final ni grande,
ni
libre,
ni
monárquica,
ni
roja, ni rota,
ni negra,
ni
centralista,
ni la
de las autonomías,
ni la
de las vallas con concertina,
ni la
de la tasa de paro juvenil que bate records,
ni el
sol,
ni la
playa,
ni los
toros,
ni la
paella,
ni las
bellezas españolas,
ni la
españolidad,
ni las
autonomías,
ni los
difíciles de gobernar,
ni la
spanish revolution,
ni el
esperpento,
ni el
siglo de oro,
ni el
se sienten coño,
ni la
libertad sin ira,
ni la
transición ejemplar,
ni la
ETA,
ni los
GAL,
ni
nada, de nada, de nada.
Al
final TRASH.
Tan
sólo TRASH.
Gracias
señor ministro,
la historia
lo recordará como lo que es
lo que
dice
lo que
piensa
lo que
piensan de usted
TRASH.
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