Escuchaba con
asombro, la semana pasada, a un amigo que me comentaba que habían obligado a un
restaurante que servía sushi sobre una modelo a dejar de realizar esta
práctica. Además afirmaba, mi amigo, que
todo se debía a una denuncia de una agrupación de izquierdas, lo que venía a
sumar más asombro a mi persona. En
cuanto llegué a casa busqué información sobre el asunto y, efectivamente, topé
con la noticia de que habían obligado a un restaurante de Valencia a retirar la
oferta de nyotaimori que ofrecía en su restaurante. Vale, me he tirado el rollo, hasta que no he
buscado la noticia no tenía ni idea de que se llamaba nyotaimori, pero ahora
que lo se me ahorro decir lo de servir sushi sobre el cuerpo de una mujer
desnuda. A lo que íbamos. La denuncia parte del grupo parlamentario
Esquerra Unida y se presenta ante el Observatorio Autonómico de Publicidad No
Sexista. No contentos con presentar
demanda ante observatorio de imagen tan rimbombante, presentaron otra ante el
Observatorio de la Imagen de las Mujeres.
Lo del nombre rimbombante lo digo, no porque me parezca mal que exista
el citado observatorio, sino por el escaso resultado obtenido hasta el momento
por este tipo de instituciones. Tal vez
con menos nombre y más eficacia conseguiríamos algún tipo de avance en la
materia.
La diputada Marina Albiol dijo: no se puede tolerar que en pleno
siglo XXI haya iniciativas como esta que cosifican a la mujer y la reducen a
una pura mercancía del placer de los hombres que pagarán por comer en un
restaurante.
Resultado de todo ello tenemos a una mujer en el paro. Eso sí dignísima, pero en el paro, además
para ser que ha recuperado su dignidad la chica estaba cabreadísima. Si es que el mundo está lleno de
desagradecidos.
En todo este galimatías hay varias cosas que no entiendo:
¿Es cosificar a una mujer el servir sushi sobre ella? Entiendo que si fuera potaje o marmitaco el
asunto fuera peligroso, pero tratándose de una comida fría…
¿Es vejarla?
¿Pierde su dignidad?
Después de leer, hace ya unos cuantos años, que uno ya peina
alguna cana, varias entrevistas a prostitutas que explicaban el porqué su trabajo
era: eso, trabajo. Igual de digno que
cualquier otro. Pues uno ya va asumiendo
estas prácticas (siempre que se realicen con total libertad) como algo a
proteger y regular, sobre todo para evitar prácticas como el proxenetismo y
proteger a estas personas frente a agresiones físicas y morales. Pues ahora va y resulta que la prostitución
se defiende desde la izquierda (me incluyo) pero, si un restaurante ofrece
comer sobre una persona hay que condenarlo.
¿Por qué? Si en lugar de una
modelo fuera una anciana, ¿se habría presentado alguna queja por trato
vejatorio? Si en lugar de una modelo
hubiera sido un hombre de tripa oronda y nalgas fláccidas, ¿hubiera sido trato
vejatorio? Pues es que no puedo pensar
otra cosa más que en esta sociedad estamos cargados de prejuicios, seamos de
izquierdas o de derechas. En cuanto
aparece el sexo o el desnudo parece que no nos ponemos de acuerdo. O sí.
En este caso en concreto parece que todos son personas adultas, que
se habrán establecido unas normas (por lo que se en este tipo de
establecimientos no se puede tocar a las modelos) y estarán todos de
acuerdo. Entonces, ¿cuál es el problema?
Alguien, con cierta maldad, puede pensar:
-
Ponte
tú y así vemos si es vejatorio o no es vejatorio.
Pues verás el pudor me puede.
Tampoco me pongo a operar a nadie.
Entre otras cosas porque me darían chingares, pero no por ello soy tan
necio de despreciar a los cirujanos. De
la misma forma que defiendo la prostitución sin haber acudido nunca a este tipo
de servicios y defiendo el amor libre siendo hombre de una sola mujer, soy
capaz de defender este tipo de prácticas pareciéndome el trabajo de la mujer
allí acostada muy digno, aunque nunca me preste a ejercerlas y mucho menos a
asistir a un local así.
En fin, menos cogérnosla con papel de fumar.
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