Cuando Ramoncín compuso la canción Putney Bridge,
que arrancaba diciendo aquello de: “El último punk se suicida en Putney
Bridge,” poco podía sospechar de lo falaz de tal afirmación. Cierto es que el punk siempre se ha
identificado con una estética exterior muy claramente definida: chupa de cuero
raido, alguna cadena, botas militares o Dr. Marteens (claro que también se
aceptan las convers), cualquier ropa ajada, imperdibles, piercings y sobre todo
una cresta a lo mohicano o bien marcada y colorida. Todo esto era así, pero con el paso del
tiempo parece que las crestas en lugar de crecer hacia afuera han crecido hacia
dentro. Así, se ha abandonado la estética,
pero no se ha dejado de lado la mentalidad.
En el documental “No Acepto” dirigido por José A.
Alfonso y Alberto Bocos Oyarbide en el año
2007, diversos grupos punks españoles analizan el surgimiento de este movimiento
en nuestro país y como llegaron ellos mismos a hacer música punk. Todo comenzó con un documental que emitió
Informe Semanal en el año 1977 en el que se analizaba el movimiento punk. Este documental parece que marcó a los niños
que lo vieron y fueron los precursores de esta música en el territorio
español. Así pues podemos ver a Evaristo
Páramos, cantante de La Polla Records, como explica que ese documental le
iluminó, ya que decían que para tocar música punk no hacía falta saber música y
además podías decir lo que te diera la gana.
Ciertamente la
música punk no puede vanagloriarse de una extensa tesitura ni de un
virtuosismo, pero sí que es irreverente y dice las cosas a bocajarro.
Pues bien, tantos
años deleitándome con la música punk y voy a dar con mis huesos a un concierto
de Gerogi Dann. ¡Toma castaña! ¿Y sabéis qué? El último punk no murió en Putney Bridge, el
último punk se llama Georgi Dann y a sus 74 añazos está más vivo que
nunca. Este hombre es capaz de crear una
catarsis colectiva de tal envergadura que acabamos todos vociferando lo mucho
que nos gustan los chorizos parrilleros y las salchichas a la brasa en medio de
su famosa “Barbacoa.” Pero esa no es su
versión punk. En realidad Georgi Dann
parte de una formación musical bastante completa y además ejerció de maestro. Toca el clarinete, el saxo y el
acordeón. Hasta aquí nada que ver con el
movimiento punk, pero cuando se arrancó a cantar la canción “Mecagüentó” fue
como una revelación: ¡Este tío es mejor que Johnny Rotten! Vale, Rotten era un gilipollas, pero ¿qué
tenía en común con Georgi Dann? Pues
Rotten, antes de un concierto, solía hacer declaraciones a la prensa diciendo
que estaban allí para sacar la pasta del público pardillo que iba a ir a
verlos. Esta era la irreverencia, aunque
ahora nos pueda parecer otra cosa, en aquellos años era la bomba. Georgi Dann por su parte lleva desde el año
1969 componiendo la canción del verano con un éxito innegable y en el 2007 se
saca de la manga este “Mecagüentó” como si se hubiera cansado de ganar siempre
al poker y decidiera jugar con las cartas descubiertas. “Me cago en el chiringuito, me cago en el bungalow, me
cago en el veraneo y me cagüentó.” Toma castaña. Además, lo mejor de todo es que el tío, antes
de cantar la canción explica que todos estos años cantando estas canciones para
acabar cantando “Mecagüentó”
Un tipo con una gran formación musical cantando
éxitos del verano (todos los años), portando un peluquín imposible y
explicándonos cómo cuando se vino a España para participar en el festival del
Mediterráneo de Barcelona, en representación de Francia, se iluminó y decidió
quedarse en nuestro país para siempre componiendo y cantando la canción del
verano. Si este tío no es el último punk
es que el punk no ha existido nunca.
http://youtu.be/M8GBuRqQwOc
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