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viernes, 7 de octubre de 2022

Un somni

 

Anit

mentres dormia

vaig tenir un somni



unes llampurnetes

al cel

assenyalaben

lo final d'una escala

una escala cap al cel


anit

mentres dormia

vaig tenir un somni


pujaba per una escala

una escala cap al cel

i la música

havia de continuar


anit mentres dormia

vaig pujar una escala

una escala cap al cel

i a dalt de l'escala

hi havia un

camp de maduixes


Anit

mentres dormia

vaig tenir un somni


Un camp de maduixes

agon res no era real

i agon no hi havia res

res pa perdre lo temps


Anit

mentres dormia

vaig tenir un somni

i vaig despertar


anit quant vaig despertar

vaig notar olor

de mullareros acabats de pelar


anit quan vaig despertar

vaig notar olor

de romer florit

acabat de collir


Anit quan vaig despertar

vaig seguir l'olor

de mullareros acabats de pelar

i de romer florit

acabat de collir

i vaig trobar lo teu cos

i la teua pell

banyada de gotetes de suor


anit vaig tenir un somni

i quant vaig despertar

no sabia si encara

estaba somiant.

viernes, 25 de febrero de 2022

A los soldados

 

Nadie es más cobarde ni tiene más miedo

Que los poderosos

Los que mandan

Por eso me encanta

Que vosotros

Los soldados

Os aprovechéis de la situación

 

No hay nada mejor que alistarse al ejercito

Para salir a hacer esas cosas de ejercito

 

Levantarse de un salto con el toque de trompeta

Asearse

Vestirse

Ponerse el correaje

¿Aún se hace esto?

Y en el patio pasar revista

Como los chiquillos antes de salir camino de la escuela

 

Y si hay un churrete

Porque te has lavado mal la cara

Tal vez el sargento

Chupará un pañuelo

Y frotará

Áspero

Como frota una madre

Y gritará y castigará…

 

Besad cuando os lo pidan

Ese paño tejido en China

Como si realmente fuera el momento más feliz de vuestra vida

 

Cuidaros mucho

Si os envían a apagar incendios

Porque quieren ahorrarse unos euros

Enviándoos a vosotros

Por no contratar más bomberos

 

Poneros al lado de lxs bomberxs

Si los hay

Y no cometáis heroicidades

Y recordad

Que en realidad

Estáis ahí para aprovecharos

Del miedo de los que mandad

De la cobardía de los poderosos

 

 

Me encanta que estéis paseando por el patio

O por el campo

Cantando absurdas canciones

Ahí no arriesgáis la vida

¡Viva la vida!

 

Bueno

Confieso que no sé si esto se continúa haciendo

Ni siquiera sé

Si se ha hecho nunca

 

De todas formas

Estos ejercicios para mantenerse en forma

Y alegre

Me gustan mucho

 

Y me gustan mucho porque sé

Que en realidad

Os estáis aprovechando del miedo

Y la cobardía de aquellos que mandan

De los poderosos

De los que os ven imprescindibles

Para poder mantener ese statu quo

 

Salir a pasear por el campo

Hacer ejercicio en abundancia

Y cantar canciones absurdas

Es un pasatiempo de lo más saludable

 

Luego

Si hacéis ejercicio con bayoneta

Espero que en la punta de la bayoneta

Pongáis un corcho

Aunque sea minúsculo

Para que no se den cuenta de la trampa

Y para no pinchar ni al pelele

 

Si hacéis ejercicio de tiro

Que carguéis el cañón

Del arma con un buen puñado de flores

Y

Sobre todo

Llegado el momento

El momento fatídico en que decidan

Los cobardes

Enviaros a la guerra por ellos

Espero que

DESERTÉIS

 

¡DESERTAD!

 

Abandonad el juego

Antes de que tengáis que ver llorar a lxs niñxs a vuestro paso

Abandonad el juego

Antes de ver las mutilaciones causadas por vuestros proyectiles

Abandonad el juego

Antes de tener que sufrir la mirada de terror de las mujeres

Violadas

Abandonad el juego antes de ver a hombres llorar llamando

A su madre

 

Abandonad el juego antes de que sea tarde

Desertad

Y no temáis

Porque os puedan perseguir

No temáis

Porque os quieran fusilar

 

No temáis

Porque os protegeremos

Os daremos los cuidados que necesitaréis

Os daremos la protección que sólo el pueblo es capaz de dar

Y os agradeceremos eternamente

El engaño a que habéis sometido

A los cobardes

Diciéndoles que estabais dispuesto a hacer algo

Tan absurdo

Como entregar

La vida

Por ellos

 

Si quieren vidas

Que entreguen las suyas

Si quieren defender sus intereses

Que los defiendan ellos

 

Aunque ellos saben

Que si hay una guerra

Ellos

Los poderosos

Los que mandan

Los cobardes

Los que tienen miedo

No van a ir

Porque ellos no quieren morir

 

Soldados

Vosotros sois

Hijos del pueblo

Por eso sé que

llegado el momento

no os dejaréis engañar

viernes, 11 de febrero de 2022

Bésame mucho

Seguro que ya conoces la historia; te la han contado mil veces antes de irte a dormir, la has leído en tropecientos libros de cuentos populares, la has visto en infinidad de versiones, tanto animadas como “reales”, incluso la has visto en versión pornográfica.  Ya sabes, aquello de una madrastra relativamente guapa, pero ya vieja pelleja, que le pregunta a un espejo.  Una hijastra repollo y guapa que te cagas.  Un espejo cabrón y rebotudo.  Un paje medio nena incapaz de matar a una chica guapa.  Una pandilla de mineros enanos.  Una madrastra despechada que envenena con una suerte de maldición a su hijastra y un príncipe besucón que rescata a toda princesa durmiente.

 

Vale, esta es la historia que, con sus momentos más o menos coherentes, te han explicado siempre.  Pero hay un problema, un grave problema, y es que las historias se construyen no con grandes relatos, sino con pequeños detalles que son los que aportan esos visos de verosimilitud a los cuentos y en este caso esos hermanos Grimm se olvidaron de mí.  Que ¿quién soy yo?  Pues ese pequeño detalle insignificante que a nadie ha importado nunca jamás.

 

Cuando la madrasta mala malísima decidió emponzoñar una manzana con un extraño brebaje que no mataba sino que dormía hasta que un príncipe te despertara con un beso (por dios que estupidez, pero no quiero entretenerme en esto, que a mí ya me importa un rábano) no se fijó en que en la manzana, precisamente, me encontraba yo, un simple gusanito de la manzana o como me gusta llamarme, mayormente para darme algo de pompa y boato: carpocapsa, que es algo así como mi nombre de los domingos.  Así pues heme aquí completamente dormido a la espera de que algún príncipe chiflado decida besar un gusano y despertarme.  Que, ojo, esto tendría mérito; no es lo mismo besar un sapo y que se convierta en príncipe que besar un gusano y que este se empiece a mover.  Vaya que me veo dormido de por vida.  Porque tú, si fueras príncipe ¿me besarías?