Translate

lunes, 28 de octubre de 2013

Jota de despedida



¡Vaya mierda!  Se supone que cuando uno no se ha muerto cuando debía ya no le toca morirse nunca.  Una persona que ha sido capaz de meterse por vía intravenosa lo que se ha metido, erigirse en estrella del rock y fumar más que un indio cabreado, se supone que lo tiene que aguantar todo.

Si desde el escenario, en la cúspide de la vanguardia del rock, ves morir a Janis Joplin, a Jimmy Hendrix a Keith Moon, a Brian Jones incluso ves caer a jovenzuelos como Jim Morrison y tantos otros, no tienes derecho a morirte así como así.  No puedes largarte sin más.  No hay derecho a dejarnos así de huérfanos.  Si por lo menos hubieras muerto en los setenta…

No tiene ningún sentido llegar a la edad que has llegado y que no nos permitas verte viejito viejito recogiendo premios en silla de ruedas y asistiendo a actos de homenaje que claman porqué te mueras de una puñetera vez.

No tienes ningún derecho a morirte así: sin más.  A largarte por la puerta de atrás.  Como si no importara una mierda el modo en que has vivido.

Escapar de la heroína es todo un reto que conseguiste, pero eso no te daba derecho a morirte cuando quieras.  Deberías haber dejado que nos despidiéramos de ti poco a poco.  Deberías haber dejado que presintiéramos todos tu muerte.  Incluso deberías haber permitido que pasara tanto tiempo sin morirte que cuando alguien hablara de ti pudiéramos responderle:

-          ¿Ese no se había muerto ya?

Pero no.  Preferiste la elegancia a la despedida.  La puerta de atrás y el silencio a la puerta grande.  Preferiste que nadie tuviera tiempo de despedirte para que tuviéramos todos tiempo infinito para llorarte.

Adiós Lou.  Que la tierra te sea leve.



No he podido resistirme a compartir esta canción.  Creo que es la mayor apología que se he hecho nunca de la heroína y pese a todo consigue ponerme la piel de gallina cuando la escucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario