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jueves, 14 de marzo de 2013

El hombre y la tierra



Hoy hace 33 años que perdió la vida Félix Rodríguez de la Fuente.  Para toda una generación de españoles este personaje supuso un punto de inflexión, un cambio en la concepción de la naturaleza.  Con su lenguaje rimbombante consiguió cautivarnos.  Con aquellas imágenes y aquellas músicas consiguió despertar conciencia ecológica en quienes no sabíamos ni qué era eso.  Consiguió que por las noches me sentara frente al televisor en blanco y negro, para disfrutar de las imágenes de depredadores sesgando la vida de desdichadas presas, no provocando ningún tipo de odio hacia el depredador, sino más bien mostrando la lógica del mundo natural.

Es cierto que Félix fue un personaje también controvertido: Cazador reconocido, aunque abjuró de la escopeta y centró sus actividades predatorias en la cetrería.  Se dice de él que preparaba las escenas con animales acostumbrados a la presencia humana y que se valía de la muerte programada de unos para explicar el comportamiento de los otros.

Lo cierto es que nos pilló muy jovencitos y con la conciencia muy tierna como para que estas consideraciones tengan peso suficiente como para desprestigiar su figura.  También es cierto que en aquellos años en España continuaba incentivándose la muerte de las mal llamadas alimañas (lobos, zorros, rapaces, etc.)  Digamos que eran tiempos difíciles para todos.  A pesar de ello Félix supo con su prosopopeya y habla impostada transmitir respeto y amor hacia animales que en ese tiempo y en aquella mentalidad no lo merecían.  ¿Acaso solo yo lloré con el episodio dedicado al lobo?  Por cierto que aún hoy algunos de estos animales continúan portando el estigma de alimañas por el simple hecho de procurarse alimento.

Con los años tengo una visión menos épica de la naturaleza.  Menos de decorado de cine, como nos trasmitió el gran Félix.  Pero no ha disminuido ni un ápice el entusiasmo que siento cada vez que veo un documental de bichos en la tele.  También puede resultar un tanto cargante el ver mis reacciones cuando topo con algún animal algo más grande que un abejorro en la naturaleza.  Todo se lo debo al maestro Félix.

Cuando hace unos años descubrí la figura de Eliseo Reclús (Élisée Reclus sería el modo correcto de citarlo, pero cuando lo descubrí no éramos tan cosmopolitas) y su gran obra enciclopédica El hombre y la tierra  donde se hace un repaso a la evolución de la vida en la tierra desde una perspectiva global, incluyendo naturaleza, geografía, relaciones humanas, etc.  Se trata de una enciclopedia que fue utilizada por la Escuela Moderna y también fue muy leída entre los militantes anarquistas de la primera mitad del siglo XX.  Cuando descubrí a Eliseo Reclús y su obra El hombre y la tierra un escalofrío me recorrió el cuerpo.  ¿Y si Félix Rodríguez de la Fuente hubiera tomado el nombre para su serie documental, sobre la naturaleza de la obra de Reclús?  Lo habría hecho en plena dictadura franquista.  En fin es un hecho que no he podido constatar, pero como pierdo aceite siempre por el mismo poro del carter, me gusta continuar estableciendo una conexión mágica entre el gran Reclús y el gran Félix.  Si alguien sabe algo más sobre esta relación y tiene algún desmentido estaré encantado de que me desmienta o, mejor aún, que me revele la conexión entre personas que llegaron a mi corazón en diferentes momentos de mi vida.

Félix y Reclús que la tierra os sea leve.


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